La
vacuna contra el VPH que aplica el Estado peruano para evitar que las mujeres
contraigan cáncer de cuello uterino es de eficacia y calidad similares a la que
se ofrecen en los centros de salud privados, manifestó Xavier Bosh, uno de los
mayores investigadores sobre el virus del papiloma humano en el mundo. El científico se
expresó así al conocer que en el país algunos padres de familia aún no firman
el consentimiento para vacunar a sus hijas de 11 años contra el VPH. En ese sentido, Bosh
les aconsejó hacer caso a sus médicos, autoridades sanitarias y al Ministerio
de Salud y permitir que sus niñas sean inmunizadas para evitar que en la
adultez sufran el temido cáncer de cuello uterino.
“Todos las
autoridades sanitarias están profesionalmente dedicados a cuidar y proteger la
salud de los ciudadanos. Tienen
que pensar que estas vacunas han sido analizadas con gran detalle por los
mejores especialistas del mundo”, comentó.
Tanto la
Organización Mundial de la Salud como el Centro de Control de las Enfermedades
Europeas, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos y los consejos
científicos de 68 países, recomiendan incluir la vacuna al esquema nacional de
vacunación, precisó.
“Es muy difícil que
todos ellos se equivoquen. Es un tema de prioridad a la hora de decidir sobre
la salud de su hija y está por encima de los rumores que uno puede encontrar en
una revista cotidiana, comentario en un pasillo o en algún tipo de ambiente sin
documentación científica. Hay que seguir las opiniones profesionales”,
recalcó.
De no aceptar la
vacuna, señaló, el mayor riesgo es que la niña cuando sea mayor se infecte con
algún tipo de virus del VPH. La mayor parte de mujeres que se infecta
afortunadamente resuelve la infección de manera espontánea, pero otras no.
“El problema
es que la infección pasa desapercibida, no tiene síntomas, por lo tanto, ellas
no buscan tratamiento pues desconocen que están infectadas. Si no resolvieron
la infección, el virus se queda trabajando hasta ocasionar un tumor maligno”, precisó.
Refirió que la vacuna
también es efectiva para las mujeres que han tenido relaciones sexuales. En
Australia, por ejemplo, se vacunan hasta los 26 años, inclusive, dijo, existen
resultados que señalan que si hasta los 40 años no están infectadas, la vacuna
es muy buena para protegerlas.
“El beneficio de la
vacuna pueda extenderse a mujeres adultas, pero si hay infección no la
resuelve, no la trata, su función es prevenirla”, precisó
El científico visitó
recientemente el Perú invitado como expositor principal del VI Congreso
Internacional de Ginecología Oncológica.
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